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NUESTROS VIÑEDOS ORGÁNICOS
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VALLE DE CASABLANCA
APALTA, VALLE DE COLCHAGUA
Casablanca está situado a los pies de la Cordillera de la Costa. Los viñedos, rodeados por 2500 hectáreas de bosques nativos, reciben las brisas y las nieblas matutinas que soplan desde el océano Pacífico moderando las temperaturas y estableciendo condiciones ideales para el cultivo de variedades blancas (Sauvignon Blanc, Chardonnay) y tintos de clima frío (Pinot Noir, Merlot, Syrah)
En la propiedad de Viñedos Veramonte en el valle de Casablanca, encontraremos una diversidad de suelos, esto se debe principalmente a la ubicación del viñedo; estar en los faldeos de la cordillera de la Costa, en la parte más alta del valle y rodeados por un bosque nativo de más de 2,500 hectáreas, favorece al ecosistema y entrega propiedades únicas en los distintos rincones. Como característica general se distinguen suelos de origen aluvial con textura franco arenosa; los que tienen una buena permeabilidad. Así mismo, presentan baja concentración de materia orgánica y con poca alcalinización. En las parcelas que rodean el bosque se puede encontrar suelos de granito descompuesto y arcilla, los que detecta un alto contenido mineral como mica y cuarzo.
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Una privilegiada ubicación resguardada por la naturaleza, donde las cordilleras de los Andes y de la Costa se unen para dar forma a una impresionante medialuna de montañas. En búsqueda de la expresión más fiel del terroir de la propiedad de Neyen, las prácticas orgánicas y biodinámicas conducen a suelos saludables y fruta pura. Trabajamos en sincronía con la rica biodiversidad de nuestra propiedad, ayudando a mantener un ecosistema equilibrado.
Nuestros viñedos se encuentran en las antiguas terrazas aluviales del río Tinguiririca. Principalmente podremos encontrar dos tipos de suelos: los granítico volcánicos de las montañas, en la parte alta de la propiedad, donde se funden ambas cordilleras. Como los suelos arcillosos y limosos del río que permiten un drenaje natural. Estas características, sumadas al clima mediterráneo semiárido, dan como resultado una madurez pausada de las uvas, otorgando a los vinos equilibrio y elegancia.
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En Viñedos Veramonte seguimos prácticas orgánicas en todos nuestros campos, con el fin de asegurar las mejores condiciones para el desarrollo de las parras, logrando así viñedos sostenibles en el tiempo.
En un viñedo orgánico se evita la intervención de productos que no sean propios del lugar. Con esto nos referimos a todo químico externo como fertilizantes, herbicidas, fungicidas y pesticidas que puedan de alguna manera interferir con la cosecha natural. Para prescindir de ellos, se deben seguir estrictas prácticas para tener un buen estado de los suelos. De esta manera se logran viñedos equilibrados y sanos, lo que se traduce en uvas de gran calidad que reflejan el lugar de donde provienen y, así, vinos más sanos y con un sello único.
Sus suelos lucen saludables y llenos de vida. Al tener prácticas naturales y manuales, los animales e insectos que vivían ahí antes de la intervención humana suelen regresar.
Terroirs sustentables en el tiempo, gracias al fomento de un ecosistema diverso pero propio (nativo del lugar donde está).
El desarrollo natural de la parra es ayudado por los agentes naturales del ambiente.
En todos nuestros campos seguimos prácticas orgánicas y biodinámicas, las que reflejan nuestra visión holística del ecosistema. Éstas aseguran las mejores condiciones para el desarrollo de nuestras parras, logrando viñedos sostenibles en el tiempo. Nuestros suelos vivos y equilibrados dan lugar a uvas de calidad que expresan el máximo potencial del lugar de donde provienen.
En Viñedos Veramonte expresamos nuestra filosofía como ?Suelos Vivos?, que es la comunión del cuidadoso trabajo en nuestros campos; por medio del respeto al origen y su entorno, buscamos que los suelos nutran nuestras parras para que éstas expresen su carácter único; con un delicado proceso de vinificación en el que se trabaja con mínima intervención y levaduras nativas. Nuestra agricultura, orgánica y biodinámica, es el hilo conductor para obtener uvas expresivas y auténticas, que imprimen un sello único en cada uno de nuestros vinos y aseguran viñedos que trascienden en el tiempo.
En los viñedos orgánicos prácticamente no existen enfermedades, esto se refleja en parras más longevas y expresivas, principalmente porque se deja actuar al ecosistema. Es así como la tierra se regenera a través de los microorganimos que en ella habitan y nutren nuestros suelos. A su vez, las raíces logran cavar más profundo; mientras mejor sea la condición del suelo, mejor alimentadas estarán las parras. Al no utilizar fertilizantes ni herbicidas químicos, las vides se nutren solo de la tierra, sus respectivos minerales y microorganismos, lo que más tarde se verá reflejado en las uvas y por supuesto, en el sabor del vino marcado por el carácter del lugar. La prohibición del uso de pesticidas es una forma de proteger y cuidar un ecosistema diverso y balanceado.
Como ya mencionamos, este tipo de viñedo funciona con prácticas orgánicas que se basan en fomentar la biodiversidad en post de elaborar alimentos más sanos y auténticos. Es por esto que hay una total ausencia de pesticidas, herbicidas y fertilizantes sintéticos. Por su parte, a través de la biodinámica (comprensión de los ciclos y ritmos de la naturaleza y sus influencias), se programan las diferentes actividades y trabajos agrícolas para alcanzar resultados óptimos. De esta manera, se obtienen vinos que nosotros llamamos con ?sentido de lugar?.
En Viñedos Veramonte se utilizan los restos orgánicos de la vendimia (como por ejemplo el hollejo y pepas de las uvas), junto con paja y guano de la zona para crear los compost. El resultado se aplica en los viñedos, para potenciar la biodiversidad del suelo. Además, permite ahorrar dinero y recursos, ya que mejora la calidad de los suelos a través de desechos (con lo que reduce el impacto en el medio ambiente).
Técnica de siembra en línea, en la que se hacen filas de surcos en la tierra para mejorar la estructura del suelo, minimizar su erosión y aportar nutrientes. Por otro lado, posiciona las semillas una tras otra, sin que se sofoquen entre ellas y logrando un mejor aprovechamiento del espacio.
Se trata de un conjunto de técnicas que tienen como objetivo alcanzar la máxima calidad de la uva. En otra palabras, conseguir su punto preciso de maduración fisiológica y de azúcar.
Fertilizan la tierra, cortan el pasto en primavera y además descompactan y airean el suelo con sus pezuñas al pasear por el viñedo.
Al preservar los bosques nativos y quebradas, se cuidan también los insectos que habitan en ellos y que sirven para hacer todos los procesos naturales que permiten una producción sana y fructífera. Así se puede prescindir de la mayoría de los agentes químicos.
La denominación de producto "orgánico" significa que un vino ha sido certificado por los organismos reguladores en cada país, que acredita que este producto ha sido cultivado, cosechado, procesado y empaquetado de acuerdo a los estándares de esta definición. Viñedos Veramonte está certificado por Ecocert, con su respaldo nuestros vinos son reconocidos como orgánicos no solo en Chile sino que en el resto del mundo.
A pesar de que el proceso productivo del vino orgánico es similar al del convencional, se diferencian en que la vitivinicultura orgánica se hace cargo del cuidado del medioambiente y la armonía del ecosistema.
Veramonte tiene un portafolio compuesto por una línea Gran Reserva y otra Reserva, ambas provienen de Casablanca y Colchagua, sus vinos orgánicos son ideales para los momentos cotidianos de la vida.
Ritual es el mejor exponente de nuestros viñedos orgánicos en Casablanca, cuidadosamente elaborados respetando los ritmos de la naturaleza.
Una viña que trabaja sus campos respetando la filosofía biodinámica, debe cumplir con una series de prácticas agrícolas que consideran el lugar como un organismo sólido; es decir, como una sola entidad ecológica entorno al cultivo de la uva y los suelos que la rodean. Esta agricultura - establecida a finales de los años 20 por el filósofo y académico Rudolf Steiner - se enfoca en reutilizar los desechos que el mismo campo produce, para así generar el menor impacto ambiental posible. Por otro lado, una cosecha biodinámica debe ser diversificada y auto sustentable, permitiéndole resistir las diversas condiciones a través de la interacción con plantas y animales. Como ya mencionamos, sus prácticas de cultivo, cosecha y poda son determinadas por un calendario minuciosamente definido, que toma en cuenta tanto los ciclos lunares como la posición del sol y los planetas. Tanto los viñedos como un vino biodinámico deben contar con una certificación registrada. Este reconocimiento lo entrega la asociación Demeter, una entidad sin fines de lucro abierta en 1928 en base a las enseñanzas de Steiner sobre la agricultura biodinámica.
Estas prácticas -desde la poda hasta la cosecha- siguen el calendario biodinámico, parte integral del proceso. Divide todas las tareas asociadas con la agricultura en cuatro tipos de días: días de raíces, días de flores, días de frutos y días de hojas. Cada uno de estos días tiene ciertas tareas asociadas que reflejan los cuatro elementos de la Tierra: los días de frutas están destinados a la cosecha, los días de hojas para regar, los días de raíces para podar; en los días de flores, el viñedo se deja solo, descansa.
En Viñedos Veramonte elaboramos y aplicamos ocho preparados. Seis de ellos se aplican al compost y dos directamente al campo. ¿Para qué sirven los preparados? Los preparados son la unión entre lo vegetal y animal, con el fin de potenciar la fertilidad natural de la propiedad. Es trabajar la regeneración de los suelos para así lograr realmente suelos vivos. Contamos con bodegas frías y oscuras donde se guardan los preparados bajo condiciones especiales de luz y temperatura. Una vez listos, estos preparados se transfieren a la tierra, entregando la fuerza y la energía necesarias para revitalizar tanto el compost como las parras.
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